Omega-3: Esencial para la salud cardíaca y vascular.
• Fundamental para el control de las inflamaciones, presión arterial y viscosidad de la sangre, producción de hormonas y las actividades de los sistemas inmune y nervioso central.
• Los estudios sugieren que el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (ADHD) pudiera estar vinculado a la deficiencia de ácidos omega-3.
• Los científicos opinan que Omega-3 puede ayudar en la prevención del cáncer de mama, próstata y colon.
• Se ha demostrado que disminuye los niveles elevados de triglicéridos séricos.
• Deficiencias de Omega-3 también pueden estar vinculadas a la depresión.
• Importante en los recién nacidos (y el crecimiento del feto) para el desarrollo adecuado del cerebro y la retina.
• Se han encontrado también deficiencias en personas con alergia, asma y desórdenes de la piel como eczema y psoriasis.
• Apoya al sistema cardiovascular mediante la reducción de la presión arterial y niveles de colesterol, así como para la relajación de los vasos sanguíneos.
• También puede mitigar el dolor a los enfermos de artritis reumatoide.
• Puede ser útil para los síntomas de la enfermedad de Crohn.
¿Qué es Omega-3?
Existen dos tipos de grasas, Omega-3 y Omega-6, las cuales son esenciales para la salud humana. Como promedio en los EE.UU. las personas consumen mucho más grasa Omega-6 en su dieta y mucho menos cantidad de Omega-3. La proporción ideal de grasas Omega-6 con respecto a las Omega-3 es de 1:1. Nuestros antepasados evolucionaron en el curso de millones de años gracias a esta proporción. No obstante, hoy nuestra proporción de Omega-6 a Omega-3 ¡oscila entre 20:1 hasta 50:1!
Por un gran margen sobre los demás alimentos, el mejor tipo de grasas Omega-3 son las que se encuentran en el pescado. Las grasas Omega-3 en el pescado tiene un alto contenido de dos ácidos grasos esenciales para el cuerpo humano, el DHA (ácido docosahexaenoico, ADH) y el EPA (ácido eicosapentaenoico, AEP). Estos dos ácidos grasos son fundamentales en la prevención de muchas enfermedades. El cerebro humano también depende en gran medida del DHA – ya que los niveles bajos de DHA se han vinculado a la depresión, esquizofrenia, pérdida de la memoria y a un mayor riesgo de desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Los científicos ahora relacionan la ingestión inadecuada de estos ácidos grasos Omega-3 en las mujeres embarazadas con nacimientos prematuros y peso bajo de los recién nacidos, así como a la hiperactividad en los niños.
Pero lamentablemente, comer pescado fresco procedente de los océanos, lagos, ríos o criaderos, ya no es muy recomendable. Los niveles contaminantes de mercurio en todos los peces son en la actualidad peligrosamente altos en todo el mundo y el riesgo que representa hoy día el mercurio a la salud sobrepasa los beneficios del Omega-3 contenido en el pescado. Sin embargo, el consumo habitual del aceite de pescado sí se fomenta con ímpetu como ingrediente clave para mejorar la salud. El aceite de pescado contiene los más altos niveles de los mejores ácidos grasos Omega-3 – o sea los ácidos grasos EPA y DHA – que como están en forma pura no presentan el riesgo de contener el mercurio que sí tiene el pescado fresco.
¿Cuál es el origen de nuestro Omega-3?
Nuestro aceite de pescado procede mayormente de sardinas (sardina/Sardinella y otras 9 diferentes subespecies) y de anchoas (Engraulidae con 8 diferentes subespecies). Algunas veces se emplea también la caballa. De vez en cuando, se utiliza el salmón (Salmo/Salmonidae y 8 diferentes subespecies) para aumentar el contenido de DHA; así como en muy contadas ocasiones, el arenque (Clupea/Clupedidae y otras 6 de 11 subespecies) a fin de incrementar el nivel de EPA. Todos los pescados usados para obtener el aceite de nuestros productos se capturan en las aguas frías de las zonas profundas del océano Atlántico norte y del Pacífico. El aceite de pescado que se emplea procede del "cuerpo del pescado" y se encuentra principalmente en la carne.
Nuestro aceite de pescado se garantiza que posee un contenido de 18% de EPA y 12% de DHA por cada cápsula. La monografía del CRN (Consejo para una Nutrición Responsable de los EUA) propone que para el aceite de pescado se autorice el cálculo de Omega-3 en base solamente a estos dos ácidos grasos. Aparte del EPA (180 mg) y el DHA (120 mg), el total de ácidos grasos Omega-3 asciende a alrededor de 63 mg en cada cápsula.
Garantía de pureza:
Las especificaciones para el mercurio según el WFM (Modelo Alimentario Mundial, FAO) en el aceite de pescado está fijado a un valor máximo de 0,005 partes por millón (ppm) o de 0,005 mg/kg. Cada cápsula contiene un gramo de aceite de pescado, de modo que la cantidad de mercurio en cada cápsula se garantiza que es inferior a 0,000005 mg. Por tanto, esta cantidad siempre será igual a 0,05 ppm del material total contenido en la cápsula. El proceso de destilación molecular del WFM para el aceite de pescado elimina todas las dioxinas que pudiera contener éste. El valor de dioxinas se mide según un complicado sistema de equivalentes tóxicos (TEQ), y el aceite de pescado del WFM está garantizado que cumple todas las normas de los EUA, así como las nuevas directivas aún más estrictas de la UE (Unión Europea). Las normas de la UE son las más rigurosas del mundo. (Generalmente, las dioxinas constituyen un problema mayor en el aceite de hígado de pescado, puesto que en ese caso no es posible una destilación molecular exhaustiva).